No existen precedentes: la Comisión Europea (CE) emitirá deuda por primera vez en su historia. Pero corren tiempos excepcionales que obligan a medidas igualmente excepcionales. En estos instantes, la pandemia del virus de la COVID-19 mantiene en jaque al planeta entero y el continente europeo atraviesa momentos de seria dificultad. Al trágico y creciente número de decesos, se suman, como una consecuencia más de esta crisis sanitaria a escala global, todas aquellas personas que durante los últimos meses han visto comprometidas, cuando no directamente extinguidas, sus fuentes de ingresos. Para hacer frente a esta preocupante situación, el Consejo de la Unión Europea (UE) ha acordado la inyección económica de ayudas europeas por valor de 750.000 millones de euros.
Gracias a una histórica emisión de deuda, la CE financiará los 750.000 millones de euros que conformarán el Fondo de Recuperación Europeo, también llamado ‘Next Generation EU’ (nombre oficial con el que se ha bautizado a este instrumento de emergencia aprobado por los distintos países de la UE). Entre todos ellos, España ocupa la primera posición como país receptor de fondos.
Descubre los fondos 'Next Generation EU'
¿Qué volumen de ayudas europeas podría recibir España?
En concreto, se espera que España pueda obtener, entre los años 2021 y 2027, un volumen total de fondos europeos cercano a 150.000 millones de euros (cifra equivalente al 12% del PIB de 2019), de los cuales más de 81.000 millones de euros llegarían como ayudas directas a fondo perdido (es decir, sin necesidad de proceder a un posterior reembolso), mientras que los 69.528 millones de euros restantes adquirirían la fórmula de préstamos.
Sin embargo, los importes definitivos de estas ayudas europeas están a la espera de que la CE apruebe el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que el Gobierno de España debe presentar a Bruselas. Aunque, de cara a agilizar su tramitación, el Gobierno, dentro de los Presupuestos Generales del Estado para el presente curso, ya ha reservado una partida a este fin que roza los 27.000 millones de euros para 2021.
Ayudas europeas: ¿cuáles son los sectores que se beneficiarán de ellas?
No obstante, la CE ha sido muy clara al respecto: las ayudas europeas no podrán emplearse para cualquier fin. De hecho, junto al relanzamiento y la dinamización del conjunto de la economía en toda la zona euro, tan castigada desde hace un año por los estragos producidos por la pandemia del virus de la COVID-19, Europa también persigue que, esta inyección económica sin parangón en el continente, contribuya a que los distintos Estados miembros avancen hacia un nuevo modelo social y económico que dote a la región de recursos y herramientas para que la UE sea capaz de anticiparse a los desafíos y retos que puedan surgir en el futuro.
Dicho con otras palabras, no se trata únicamente de superar la crisis del virus de la COVID-19, sino de afianzar cada uno de esos ejes estratégicos destinados a regir el contexto internacional durante las décadas venideras. Por ese motivo, las ayudas europeas estarán dedicadas principalmente a financiar proyectos pertenecientes a los ámbitos de la digitalización de las PYMEs, la sostenibilidad o el abandono de fuentes de energía (carbón, petróleo o gas) perjudiciales para la viabilidad del medio ambiente, por citar tres de los ejes más relevantes. Si deseas saber más acerca de los sectores que podrían verse beneficiados por las ayudas europeas, no dejes de leer y descúbrelos a continuación.
¿Qué papel jugarán la sostenibilidad y la economía circular en la distribución de las ayudas europeas?
La Unión Europea considera la ecología un ingrediente central sobre el que ha de cimentarse la Europa del futuro. Ecología y Transformación deben, por tanto, ir de la mano. Con el firme propósito de promover valores, hábitos y prácticas de consumo respetuosos con los ecosistemas, las ayudas europeas dotarán de fondos a proyectos que profundicen en aspectos como la reducción de la huella de carbono (el dióxido de carbono o CO2 constituye uno de los gases que más acentúan el efecto del calentamiento global), la movilidad sostenible y la transición a fuentes de energía renovables y limpias.
A este respecto, se vuelve necesario subrayar que la sostenibilidad también atañe al sector de la construcción. Así lo han indicado las autoridades europeas, que han señalado la importancia de que, con urgencia, se lleven a cabo proyectos y obras que optimicen la eficiencia energética de edificios y otras infraestructuras. El objetivo final de esta gran apuesta por lo ‘verde’ pasa por alcanzar un modelo de economía circular, en la que los residuos sean reciclados y reutilizados como nueva materia prima, reduciendo de esta manera el grave impacto que la actividad humana ejerce en el medio ambiente.
Digitalización y redes ‘5G’, claves para la concesión de las ayudas europeas
Las restricciones a la movilidad geográfica han sido una de las medidas aplicadas para intentar evitar la propagación del virus de la COVID-19. Esta reducción en los desplazamientos habituales de la población no ha hecho sino realzar el peso que la tecnología posee en estos momentos. Y es que, ahora más que nunca, las personas dialogan, trabajan, aprenden, consumen y disfrutan de su ocio a través de Internet.
A raíz de ello, las ayudas europeas serán decisivas de cara a poder financiar proyectos que cuenten con el objetivo, entre otros, de mejorar la infraestructura de telecomunicaciones también en zonas más despobladas (con la instalación de fibra óptica y de nuevos repetidores de señal), reforzar la ciberseguridad de los usuarios, abogar por el uso responsable de los datos personales e incentivar el crecimiento del comercio electrónico o ‘ecommerce’.
El mundo tiende hacia una digitalización absoluta, donde tanto la conectividad como la velocidad de navegación se verán multiplicadas por la implantación de las nuevas redes ‘5G’ (la quinta tecnología de comunicaciones inalámbricas), que impulsará el ‘Internet de las cosas’, es decir, la interconexión inalámbrica de numeroso objetos y aparatos eléctricos cotidianos.
Ayudas europeas: ¿qué otros sectores se verán beneficiados?
Al tratarse de ejes estratégicos plenamente relevantes y vigentes hoy en día, apostar por el fomento de la sostenibilidad y la digitalización supone incidir en multitud de sectores de actividad que, en un instante inicial, podría parecer que se hallan poco o nada interconectados. Así pues, por ejemplo, apoyar el sector de la automoción (para el diseño y fabricación de vehículos menos contaminantes, equipados con motores eléctricos, y de coches autónomos e inteligentes…) resulta una acción imprescindible de cara a conseguir dar pasos hacia una manera de desplazarse y viajar más ética con la naturaleza.
De idéntica forma ocurre con la digitalización, puesto que esta llega a incidir en sectores tan dispares entre sí como el sanitario y la cadena agroalimentaria. Pero se ha demostrado que ambos optimizan su operativa y el servicio que prestan a la sociedad cuando se benefician de las ventajas que proporcionan los adelantos propios de la era digital. Por ello, las ayudas europeas también financiarán iniciativas relativas a estos ámbitos, junto con acciones encaminadas a la modernización de los centros de enseñanza, en los cuales las nuevas tecnologías deben convertirse en elementos insustituibles.
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