Cómo funciona la devolución de un préstamo
En cualquier préstamo intervienen tres factores clave: el capital prestado, el tipo de interés al que se presta y el plazo de amortización. Estas tres variables combinadas en una tabla, nos ayudan a dibujar nuestro cuadro de amortización, que detalla mes a mes la composición de la cuota.
- Capital prestado: es el dinero total que recibimos como clientes.
- Tipo de interés: es el precio de acceder a ese dinero. El tipo de interés puede ser fijo (nunca cambia) o variable (evoluciona en función de un índice de referencia, que suele ser el euríbor).
- Plazo de amortización: el tiempo que tenemos para devolver el préstamo, dividido en cuotas mensuales.
Como hemos explicado, la tabla de amortización de préstamos se suele calcular en España en base al método francés, que consiste en que el cliente siempre pagará la misma cuota mensual durante toda la vida del préstamo. Por supuesto, esto depende del tipo de interés que se escoja –a tipo fijo o variable- y de las posibles condiciones bajo las que se contrate el préstamo; por ejemplo, algunas entidades ofrecen préstamos cuya cuota mensual es menor durante los primeros años del préstamo.
De cualquier forma, esa cuota mensual siempre estará compuesta de dos elementos: el capital que nos han prestado y que estamos devolviendo, y los intereses que pagamos por ese dinero. Por lo tanto, gracias a la tabla de amortización podemos ver cómo evoluciona esa deuda mes a mes, con el pago de las cuotas, y comprobar que los intereses que pagamos por el capital que hemos solicitado representan cada mes que pasa una cantidad menor de la cuota que pagamos, en proporción a lo que nos resta de devolver del préstamo.
En este punto conviene resaltar que el coste de un préstamo es mayor cuanto más tiempo se tarda en devolver ese dinero, ya que se pagan intereses por más tiempo. Pero veámoslo todo de manera más clara con el siguiente ejemplo.
Ejemplo de cuadro de amortización
Para el siguiente ejemplo vamos a simplificar al máximo todas las posibilidades a la hora de solicitar un préstamo. Imaginemos que necesitamos 20.000 € para un vehículo nuevo y acudimos a nuestra entidad bancaria de confianza para obtenerlos. Allí nos dicen que el tipo de interés del préstamo es del 7 % anual fijo y nos ofrecen devolverlo en 10 años. Por lo tanto, nuestra tabla de amortización tal de cuotas: 120.
- Coste mensual de la cuota: 232,22 €.
- Composición de la primera cuota:
- Capital que estamos devolviendo: 115,55 €.
- Intereses: 116,67 €.
- Composición de la cuota número 60 (a mitad de la vida del préstamo):
- Capital que estamos devolviendo: 162,86 €.
- Intereses: 69,36 €.
- Composición de la cuota número 120 (última cuota):
- Capital que estamos devolviendo: 230,29 €.
- Intereses: 1,34 €.
Con estos números vemos cómo ha ido cambiando la composición de nuestra cuota mensual. Hemos pasado de pagar el 50,24 % en concepto de intereses en la primera cuota al 29,8 % en la cuota número 60. Ya al final del plazo de amortización, los intereses que pagamos representan apenas el 0,5 % del total de la cuota mensual, es decir, prácticamente no se pagan intereses.
A grandes rasgos, así es como funciona la tabla de amortización de un préstamo, que nos muestra que cuanto mayor es la cuantía del préstamo y el plazo de amortización, mayor es la proporción de intereses que se pagan en cada cuota mensual. Es, por tanto, una herramienta muy útil para conocer en cada momento qué estamos pagando y para sopesar diferentes opciones a la hora de contratar un préstamo.