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Crédito o débito: depende de cómo abonemos la cantidad de la deuda generada por nuestras compras.
1. La forma de pago. En una tarjeta de débito, el pago se carga directamente en la cuenta del titular. Así, solo permiten el cobro hasta el límite de los fondos de la cuenta.
En cambio, con la tarjeta de crédito puedes pagar incluso si no dispones de fondos, ya que puedes aplazar el cobro hasta el mes siguiente. De esta forma, el titular contrae una deuda con el banco (por eso, antes de conceder una tarjeta de crédito, el banco estudia nuestra viabilidad, asegurándose de que seamos solventes). Aún así, la tarjeta de crédito tiene un límite.
El crédito puede “devolverse” de tres formas: bien a fin de mes (un día establecido del mes siguiente al que se efectúa la compra) o bien mediante un porcentaje mensual del importe total gastado o una cuota fija mensual.
2. Las tarjetas de crédito permiten financiar, o lo que es lo mismo, ofrecen la posibilidad de pagar a plazos y/o hacer tus compras sin necesidad de desembolsar el importe total en el momento. Como indica su nombre, llevan implícita la concesión de un crédito por parte del banco.
Por su parte, las de débito son un medio de pago en sí. Esto significa que el importe se carga directamente en la cuenta del titular, descontándose directamente de su saldo.
En algunos casos, también es posible fraccionar (con comisión) estos gastos realizados con la tarjeta de débito (y algunos movimientos de cuenta). Para ello, se debe buscar los que cuenten con la etiqueta "Fraccionable" en la partida de movimientos de la cuenta. De ser así, y a diferencia del procedimiento de la tarjetas de crédito (en el que la financiación es "directa"), en este caso primero se paga la compra y, una vez se activa el fraccionamiento, se realiza un abono en la cuenta con dicho importe.
Como ves, las diferencias son notables y varían en función de las preferencias y necesidades de cada consumidor. Si tienes dudas, no dudes en consultarnos; en BBVA tenemos la que mejor se adapta a ti.
Suma ventajas con la tarjeta de crédito Aqua Más
Más seguridad: protege tus compras dentro y fuera de Internet.
Más flexibilidad: aplaza cualquier pago superior a 50 € con condiciones especiales.
¿Y si quiero usarlas en el extranjero?
Se trata de un servicio adaptado a las necesidades del cliente, según las configuración del paquete y precio elegido (el cual puede contratarse por meses y, también, de manera anual o, incluso, indefinida). Su flexibilidad te permite usarlo, pudiendo activarlo cuando se inicie el viaje y desactivándolo cuando este termine.
Ventajas en el extranjero también para menores
Si tienes un hijo o hija de 12 a 17 años también puede contar con condiciones especiales en sus viajes de estudios al extranjero. Solo tienes que abrirle una Cuenta Online para Menores, que le ofrecerá una Tarjeta Aqua Débito con límites adaptados a su edad y las siguientes ventajas para sus viajes hasta que cumpla los 18 años: devolución de la comisión de 3 retiradas de efectivo al mes en cajeros en el extranjero y de los pagos en divisa que realice. Y además, una Cuenta Ahorro Metas y acceso a la app BBVA ajustada a su edad con la posibilidad de activarle Bizum.
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