El dinero nunca es solo dinero de manera abstracta o figurada. En tu día a día, este toma la forma de ese carrito lleno de alimentos que adquieres en el supermercado o de las prendas de ropa que compras a comienzo de temporada, del cargo de tus gastos y suministros mensuales de agua, electricidad e Internet, del pago de la hipoteca o del alquiler de la casa donde vives, y de otro sinfín de usos y posibilidades que puede llegar a tener. Y es que el dinero, incluso, puede transformarse en tiempo libre o, es lo mismo, en la libertad de contar con tiempo para ti.
Precisamente, el tiempo es una de las variables que más influyen sobre tu dinero y su valor. Por un lado, la inflación (o, dicho con otras palabras, el precio del dinero) pone en riesgo tu poder adquisitivo, ya que cuando se produce un aumento generalizado de los precios y tu dinero no crece a esa misma velocidad (o a una mayor), terminas pudiendo permitirte cada vez menos productos y servicios. De ahí la importancia, por otro lado, de ahorrar y sacar partido a tus ingresos, para así no caer en el coste de oportunidad consecuencia de no rentabilizar tu dinero al máximo.
En cualquier caso, si una cantidad concreta de dinero no vale siempre igual, ¿es mejor disponer de un euro hoy o quizá puede resultar mucho más interesante que te lo entreguen en un futuro? ¿Tú qué crees? Si quieres saber la respuesta y conocer más acerca del ahorro y cómo los bancos lo incentivan a través de productos específicos, ¡no dejes de leer!
Dinero actual o dinero futuro: ¿cuál tiene más valor?
Teniendo en cuenta que el poder adquisitivo depende de la evolución que registre el precio del dinero, es decir, si este se eleva o disminuye a lo largo del tiempo, importes idénticos acabarán valiendo diferente según avance el calendario. La pregunta se vuelve obligada entonces: ¿es mejor recibir dinero ahora o más adelante? ¿Cuándo resulta preferible?
A este respecto, no hay duda de que un euro disponible hoy vale más que un euro que se reciba en el futuro. ¿Y por qué? Porque, en caso de tenerlo en este momento, puedes invertirlo, ganar intereses a través de él y así conseguir más de un euro en el futuro. Es decir, tienes la opción de empezar a rentabilizar tu dinero ya, sin esperas. Por el contrario, si recibes ese euro en una fecha aún por venir, queda claro que vas a recibir justo esa cantidad: un euro.
Aludir al valor del dinero en función del factor tiempo implica hacer referencia al coste de oportunidad económico, que no es otra cosa que todo lo que dejas de ganar por dar un uso determinado y específico a tus ingresos, lo que a la fuerza te obliga a descartar su utilización en el resto de oportunidades posibles.
“¿Escogí la opción más ventajosa?”. Es una duda frecuente, puesto que el abanico de servicios y productos de ahorro e inversión que ofrecen actualmente los bancos requiere un análisis detenido y exhaustivo antes de solicitar su contratación. ¿Y por qué los bancos realizan el pago de intereses por depositar en ellos tu dinero? ¡Descúbrelo en el siguiente apartado!
¿Por qué los bancos pagan intereses por utilizar tu dinero?
Tal vez te has preguntado en alguna ocasión por qué las entidades bancarias te pagan intereses a cambio de que guardes en depósitos y otros productos de ahorro tu dinero. La razón reside en que los bancos hacen uso de ese dinero y lo destinan, por ejemplo, a conceder nuevos préstamos a otros clientes. Se trata finalmente de un proceso interconectado, ya que estos prestatarios han de abonar a la entidad intereses en contraprestación por la financiación recibida y, a partir de esos beneficios que obtiene, el banco puede entregarte a ti los intereses fruto de tu capital depositado en la entidad, que logrará a atraer a más ahorradores.
Las entidades bancarias diversifican y reducen el riesgo realizando estudios personalizados antes de aprobar la concesión de un préstamo. Contar con prestatarios con distintos perfiles de riesgo garantiza al banco que la financiación le será devuelta y, de esta forma, la entidad podrá proceder al pago de los intereses pactados con sus clientes titulares de productos de ahorro.
Tipo de interés simple y compuesto: ¿en qué se diferencian?
A la hora de ahorrar y rentabilizar tu dinero, debes atender a los intereses que te ofrecen los bancos y recordar que el tipo de interés siempre aparece expresado de manera porcentual. Además, has de distinguir entre tipo de interés simple y tipo de interés compuesto:
- Interés simple: se trata de la cantidad que recibes por haber prestado a la entidad tu dinero durante un lapso de tiempo. Esta modalidad de interés se calcula a partir del importe inicial que en su día aportaste. El interés simple es propio de productos de ahorro como los depósitos bancarios.
- Interés compuesto: aquí, por el contrario, cuando el interés vence y es momento de su abono, este pasa a agregarse también al capital. De este modo, los intereses correspondientes a períodos previos van añadiéndose al importe sobre el que ejecutar el cálculo. El interés compuesto suele encontrarse en productos de ahorro como, por ejemplo, las cuentas de ahorro.