Ahorro a los 30 años, ¿es algo imposible? El precio de la vida, es decir, el pago de todos esos gastos que se tienen a lo largo del día (como, por ejemplo, aquellos relativos a alimentación, ropa, salud, vivienda, transporte, formación y ocio) dificulta sin duda la práctica del ahorro a una edad, la treintena, en la que por regla general la mayoría de las personas aún se encuentran dando sus primeros pasos dentro del mundo laboral y, por tanto, suelen disponer de fuentes de ingresos limitadas. De esta forma, si ahorrar siempre cuesta, el ahorro a los 30 años puede parecer una utopía.
En cualquier caso, se debe tener en cuenta que ahorrar no consiste en acumular de golpe elevadas cifras de dinero, sino que es más bien todo lo contrario. Ir guardando pequeñas cantidades de forma regular es quizás la mejor manera de lograr las distintas metas de ahorro previamente marcadas. Por eso, y pese a los obstáculos, el ahorro a los 30 años también resulta factible.
Si te preguntas cómo has de hacer de cara a conseguir tus metas de ahorro, sigue leyendo y descubre en este artículo cómo domiciliar la nómina puede ayudarte a empezar a ahorrar y cómo puedes cambiarla a BBVA, de forma ágil, cómoda y gratuita a través del Servicio Cambio de Banco. ¡No dejes de leer!
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¿Por qué practicar el ahorro a los 30 años guarda tanta importancia?
Cualquier etapa de la vida es compatible con iniciar la práctica del ahorro. En concreto, el ahorro a los 30 años constituye un elemento básico para impulsar la construcción de tu bienestar presente y el de las próximas décadas. Porque, durante la treintena, muchas personas crean una familia, prosperan profesionalmente y adquieren el hogar donde luego envejecerán. En otras palabras, cumplir 30 años supone, con frecuencia, plantar ambos pies en la adultez y decidir cómo y rodeado de qué personas te gustaría pasar el resto de tu existencia.
Ahorrar desde cualquier edad (especialmente, a partir de los 30 años) puede aportarte, a medio y largo plazo, una serie de ventajas y beneficios que se resumen a continuación:
- En primer lugar, desarrollar el ahorro a los 30 años sobre todo te permitirá cimentar cierto grado de independencia económica y ganarás más tiempo para ti, momentos que poder dedicar a aquello que verdaderamente te apasiona e ilusiona.
- Podrás conformar un ‘colchón de seguridad’ y así acumular una cantidad de dinero con la que hacer frente a la repentina aparición de eventuales contratiempos. Este "salvavidas" contra imprevistos te aportará confianza y calma, dos elementos que contribuirán a rebajar tu nivel de estrés.
- Si ahorras con perseverancia, disminuirás tus necesidades de recurrir a préstamos y solicitudes de financiación. Además, disponer de dinero ahorrado te puede otorgar la ocasión de participar en oportunidades de inversión inteligente y de retorno.
- A menudo, ahorrar actúa como la llave de acceso a un futuro más plácido, ya que tener ahorros mengua las inquietudes financieras de hoy y mañana, dándote tranquilidad durante los años de descanso de la jubilación.
- Finalmente, aunque no menos significativo, la práctica del ahorro te puede transformar en una persona más disciplinada, comprometida y dotada con una mayor fuerza de voluntad; tres cualidades idóneas para lograr triunfar en cada proyecto y reto que emprendas.
¿Cómo puede practicarse el ahorro a los 30 años?
A los 30 años, y a todas las edades, no existe práctica del ahorro posible sin una planificación económica. Resulta imprescindible establecer unos objetivos de ahorro realistas, progresivos, evaluables y modificables, este último adjetivo de cara a poder variar y adaptar tus metas siempre que sea requerido. Y dichos objetivos de ahorro deben fijarse en función de la situación financiera de cada persona.
De este modo, antes de decidir cuánto dinero ahorrar y en qué periodo de tiempo, es recomendable que analices la cuantía de tus ingresos y gastos recurrentes. También puedes intentar anticipar cuáles serán tus próximos desembolsos y tratar de adquirir hábitos de consumo responsable, aquellos que huyen de los productos y servicios más superfluos y que nada aportan salvo contribuir a vaciar tus bolsillos.
Si eres un trabajador asalariado, y estás pensando en practicar el ahorro, domiciliar la nómina en BBVA puede suponer una buena manera de empezar a hacerlo. Te permitirá, entre otras muchas ventajas (y en ciertos casos), ahorrar el pago de las comisiones de administración y mantenimiento de tu cuenta siempre que esta sea igual o superior a 800 euros. Este cambio de domiciliación, te resultará totalmente gratuito y muy cómodo a través del Servicio Cambio de Banco, que te ayuda con las gestiones para cambiar la cuenta de abono de tu nomina.
¿Ahorro a los 30 años? Domicilia en BBVA tu nómina a través del Servicio Cambio de Banco y empieza a ahorrar desde el primer día
Es posible que pienses que migrar la nómina es una tarea pesada y agotadora, llena de papeleos. Nada más lejos de la realidad. Si es tu deseo, el Servicio Cambio de Banco de BBVA se ocupará de hacer en tu nombre y de forma absolutamente gratuita y digital las diferentes gestiones necesarias para el cambio de domiciliación: desde hablar con tu otro banco hasta comunicar a tu pagador el cambio de nómina y que así este pueda modificar el ingreso de tu salario.
Para poder utilizar el Servicio Cambio de Banco, solo has de poseer una cuenta abierta en BBVA y cumplimentar un formulario online donde realizar la petición de portabilidad de tu nómina. Además, este servicio te da la opción de poder traer a BBVA también el resto de tus ingresos recurrentes, transferencias periódicas, pagos o recibos domiciliados, e incluso trasladar tu cuenta al completo, con todo su saldo. Y lo mejor es que no tendrás que hablar con tu otro banco ni pisar una oficina; BBVA lo hará por ti.
¿Te gustaría conocer más acerca de cómo practicar el ahorro a los 30 años y de qué manera domiciliar en BBVA tu nómina puede ayudarte a ahorrar? Encontrarás toda la información disponible en bbva.es y la ‘app’ de BBVA.