Se conoce como tipo de interés el precio que debemos pagar por utilizar una cantidad de dinero durante un periodo de tiempo determinado. Es el porcentaje de interés que se abona como contraprestación por utilizar dicho importe de dinero, por ejemplo, para financiar la compra de un bien o servicio mediante un préstamo o crédito o a través de otros métodos de financiación.
Y es que el dinero, como cualquier otro producto que deseamos adquirir, tiene un valor de mercado. Este lo marca dicho tipo de interés. Ponemos un ejemplo: si yo le pido el banco un préstamo de 50.000 €, y su coste fijo es del 2 % (1.000 €), pagaré al banco un total de 51.000 € por disponer de él.
Factores que influyen en el tipo de interés
- El tipo de operación que se realice: no es lo mismo solicitar un préstamo con garantía hipotecaria que un préstamo con garantía personal, por lo que el tipo de interés será diferente en cada tipo de financiación.
- El plazo de la operación: cuando el dinero se presta durante más tiempo, como en el caso de los préstamos hipotecarios (cuyo plazo suele ser más largo en el tiempo), el tipo de interés a aplicar a la operación de financiación puede ser más bajo.
- El historial del cliente: el haber tenido otros préstamos y haberlos pagado puntualmente es condición importante.
¿Cuáles son los tipos de interés existentes?
El precio a pagar por el dinero que solicitamos, si tomamos como referencia los posibles cambios que puede sufrir, puede ser:
- Fijo: se mantiene constante durante toda la vida del producto contratado, lo que nos permite conocer de antemano el total de intereses que pagaremos.
- Variable: cambia durante el periodo de amortización en base a un índice o referencia conocido por las partes afectadas (el Euribor, por ejemplo) y se revisa cada cierto tiempo (establecido previamente en el contrato) En este caso, no podemos saber cuál será el total de intereses a pagar.
- Mixto: mezcla de los 2 anteriores, se aplica el tipo de interés fijo durante una parte del plazo de la operación financiera, cambiado a un interés variable durante el tiempo que reste hasta la finalización del plazo.
¿Cómo afectan los tipos de interés?
Si son altos
La demanda baja debido al encarecimiento del tipo de interés. Por ejemplo, no es lo mismo solicitar un préstamo de 10.000 € con un interés del 2 % que hacerlo con un 5 %.
Si son bajos
Al contrario que el caso anterior, la demanda aumenta al ser más “económico” el tipo de interés en el caso de que te presten dinero.
También favorece a las empresas, ya que el pago de menos intereses les permite ajustar mejor los presupuestos.