A la hora de comprar un vehículo nuevo, lo más normal es que lo hagas en tu país y en un concesionario de confianza. Pero dispones de más opciones como, por ejemplo, adquirir un coche de importación. Esta alternativa, cada vez más utilizada, tiene a Alemania como país de referencia dada su cercanía (mejor traslado) y sus impuestos (más bajos).
Pero hay otros países que, en función de la marca y las características que busques, pueden ser beneficiosos para tus intereses. Por ello, y antes de lanzarte a por un coche de importación, debes tener claros ambos aspectos. También has de conocer en profundidad las ventajas y desventajas de este tipo de transacciones, para poder calibrar si te merece la pena optar por ellas, o no.
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Pros y contras de los coches de importación
La principal ventaja de la compra de un coche en el extranjero es el precio. Como bien se ha comentado anteriormente, existen países en los cuales los impuestos aplicados a los vehículos son más bajos, lo que supondría un ahorro para tus bolsillos.
En contraposición a esta, existen varias desventajas. Por ejemplo, los trámites tras adquirir un coche de importación son más complejos. También lo es traerlo a España, para lo que necesitarás de un camión o barco que lo traslade (generando esto un coste adicional), la distancia a la que se encuentre el país desde el que venga (también genera un coste extra) o las futuras reclamaciones que puedan surgir en torno a él.
El pago de los impuestos tampoco resulta sencillo, más si compras el vehículo a un particular. Lo mismo ocurre a la hora de contratar un seguro. En este caso, y lo explicamos con un ejemplo, si el coche lo adquieres en Estados Unidos, va a ser muy difícil que una aseguradora se haga cargo ante la dificultad para encontrar piezas originales. Si procede de Europa, es algo más sencillo.
¿Cómo me llevo el vehículo a España?
Una vez hayas comprado el coche de importación, debes pensar en su traslado. Si lo has adquirido en un país próximo a España podrás, como solución más práctica, conducirlo hasta casa. También tienes otras opciones como, por ejemplo, enviarlo por camión o barco. Es importante que contemples todas antes de elegir la que más te interesa, valorando el tiempo que implica y el coste que supone.
Si tras pensarlo te decides por la conducción, has de solicitar en la delegación de tráfico del país correspondiente unas placas provisionales y contratar, además, un seguro temporal para el viaje que te cubra en los diferentes países por los vayas a circular. Si, por el contrario, optas por que te lo lleven, has de disponer de un contrato de compra-venta (en español), una factura o un recibo junto al DNI del vendedor y del comprador y algunos datos adicionales de ambos (como el teléfono o el email). Por último, has de contar con el Certificado de Conformidad Europea.
¿Qué trámites debo pagar?
Mientras el pago del IVA está incluido en el precio del coche nuevo al abonarlo en su país de origen, existen otros impuestos que si has de pagar como el de matriculación y el de circulación. El primero lo abonarás en la Jefatura General de Tráfico y su coste ronda los 150 € (habría que revisarlo en cada Jefatura de Tráfico, porque puede variar). El segundo varía en función de la ciudad donde residas y del coche que hayas elegido.
Con todos los trámites en regla, solo queda contratar un seguro para poder circular legalmente con el coche de importación. Como hemos advertido, es un proceso que puede alargarse en el tiempo en función del país del que provenga, siendo Estados Unidos más complejos que la misma Alemania.