A la hora de tomar decisiones de inversión, es necesario ponderar dos clases de riesgo que afectan y que se mueven en sentidos opuestos:
- Por una parte, están los movimientos diarios en el valor de los activos financieros, que pueden ser al alza o a la baja. Esto es la volatilidad de la inversión, que aumenta cuando invertimos en renta variable y disminuye cuando aumentamos el porcentaje de inversión en renta fija y activos monetarios.
La volatilidad implica que el valor de una cartera cambia diariamente y que, en algún momento, podría ser inferior a nuestra inversión inicial. Esto es particularmente indeseable para muchos inversores, que no están acostumbrados a experimentar oscilaciones a la baja (sí al alza) en sus ahorros.
Rentabiliza tu dinero
El segundo riesgo que se tiene que valorar es la posibilidad de que, a lo largo de la vida, la rentabilidad acumulada por los ahorros no baste para lograr los objetivos. Es decir, que a largo plazo no hayamos podido ahorrar lo suficiente.
¿Por qué son riesgos que se mueven en sentido opuesto?
La respuesta es sencilla: porque cuando se intenta minimizar la volatilidad, aumenta el riesgo de quedarse corto de ahorro a largo plazo, ya que la expectativa de rentabilidad de los activos volátiles es superior a la que tienen los activos más seguros. Es decir, el inversor debe siempre intentar conciliar ambos riesgos y asumir algo de volatilidad a corto plazo, para obtener una mayor rentabilidad a largo.
Dicho esto, y ya que parece financieramente deseable asumir algún riesgo en las inversiones, la pregunta a hacerse, en este punto, es: ¿cómo se puede invertir de forma eficiente? ¿Existe alguna fórmula para hacerlo?
¿Cómo se puede invertir de forma eficiente?
La respuesta a la pregunta que se ha planteado es afirmativa: existen fórmulas para minimizar el riesgo de una cartera.
Cómo se puede invertir de forma eficiente: diversificando
El primer consejo es diversificar, es decir, distribuir el dinero en diferentes inversiones, en vez de invertirlo todo en una sola. Atendiendo al viejo dicho popular, no poner todos los huevos en la misma cesta. Si se decide apostar por una única opción de inversión, se corre el riesgo de que ésta obtenga un mal resultado, lo que podría llevar a perder parte o el total del capital.
Por el contrario, al diversificar y crear una cartera de inversión con varios activos, se reduce el riesgo de perder todo el dinero, ya que para que ello suceda varias de las inversiones tendrían que obtener malos resultados al mismo tiempo. La diversificación no solo se refiere al tipo de activo en el que se invierte. Es conveniente diversificar también en ámbitos como el geográfico o el de la divisa.
Cómo se puede invertir de forma eficiente: eligiendo distintos momentos
Además, siempre es mucho más adecuado, como mecanismo adicional de diversificar riesgos, no realizar la inversión en un solo momento y hacerlo de manera escalonada en el tiempo dado que, en lugar de adquirir títulos, participaciones o acciones a un solo precio, que puede ser favorable pero también desfavorable, se hace al precio medio de las distintas aportaciones realizadas en diferentes fechas.
Cómo se puede invertir de forma eficiente: asumiendo un horizonte de inversión a largo plazo
Otro consejo para disminuir el riesgo pasa por asumir un horizonte de inversión de largo plazo. La inversión debe ser una actividad que acompañe a lo largo de toda la vida y, utilizando este enfoque, la importancia relativa de que se puedan tener algunos años de mercado desfavorables, no debería ser un grave inconveniente si el horizonte de inversión es largo.
Vamos a verlo con un ejemplo: en el año 2008 estalló la gran recesión financiera mundial y, los inversores que accedieron al mercado bursátil americano en ese momento, perdieron en el primer año el 37% del valor de su inversión. A los dos años, la pérdida anual se había reducido al 11% y, al final del tercer año, al 3%. Diez años después, en 2018, la rentabilidad anual había subido al 8% y, en estos momentos, un inversor que hubiera comprado acciones en 2008 habría obtenido una rentabilidad anual del 10%. A largo plazo, las rentabilidades de las acciones siempre son superiores a las de los bonos y los efectos iniciales de la volatilidad se van disipando.
Cómo se puede invertir de forma eficiente: siendo disciplinados en lo emocional
Por último, se debe tener disciplina emocional ¿Qué significa esto? Pues ni más ni menos que entrenarse para soportar la volatilidad. Saber aguantar movimientos desfavorables significativos sin dejarse llevar por el pánico. Esto se dice más fácil de lo que se hace, pero es una habilidad que puede aprenderse con la experiencia. No vender en momentos de pánico o comprar en momentos de euforia es uno de los mejores consejos que se pueden dar.