Rentabiliza tu dinero
Diversificar
Una forma de disminuir el riesgo consiste en diversificar, es decir, distribuir nuestro dinero en diferentes inversiones, en vez de invertirlo todo en una sola.
Si decidimos apostar por una única opción de inversión, corremos el riesgo de que ésta obtenga un mal resultado, lo que nos podría llevar a perder parte o el total de nuestro capital.
Por el contrario, al diversificar y crear una cartera de inversión con varios activos, reducimos el riesgo de perder todo nuestro dinero, ya que para que ello suceda varias de nuestras inversiones tendrían que obtener malos resultados al mismo tiempo.
La diversificación no solo se refiere al tipo de activo en el que invertimos. Es conveniente diversificar también en ámbitos como el geográfico o el de la divisa.
Invertir de forma periódica
Cómo buscar rentabilidad con el mínimo riesgo
En el entorno descrito, la consecución de rentabilidad pasa por incorporar de forma moderada activos que sí están ofreciendo retorno en un escenario de tipos de interés muy bajo, como son los activos de renta variable. Éstos deben suponer un pequeño porcentaje de la cartera global de activos en el caso de inversores conservadores y se deben incorporar de la forma descrita con anterioridad: con generosa diversificación y paulatinamente.
Pensemos en el ejemplo de una cartera bien diversificada y compuesta en un 85 % por activos de bajo o muy bajo riesgo y en un 15 % por activos de renta variable. Los primeros ofrecerán un retorno modesto, pero con un bajo nivel de riesgo. Será la parte de nuestra inversión que aporte seguridad y estabilidad. Los segundos, más volátiles pero en porcentaje reducido y diversificado, son los que tratarán de elevar la rentabilidad media de la cartera y obtener de este modo un rendimiento global positivo de nuestra inversión con un nivel controlado de riesgo.