Disponer de un canal de venta online puede ser muy beneficioso para cualquier negocio, sobre todo si se trata de una pyme y de un autónomo. Para crearlo se deben tener en cuenta una serie de factores:
Poner al cliente como centro del negocio
Para conseguirlo hay que prestar especial atención a lo que piensa y, sobre todo, a lo que quiere. Satisfacer sus necesidades, haciéndoles llegar todo aquello que demandan, será el primer paso hacia el éxito y marcará el camino a seguir por la creación de la tienda online.
Cuidar la venta de proximidad
Algo muy apreciado en el negocio ‘físico’ y que puede aplicarse en la venta online. Para conseguirlo hay que dotar a la empresa de una buena logística, preferentemente en línea, para ayudar a realizar las entregas con la mayor agilidad, y siempre a tiempo, al igual que las devoluciones (las cuales deben ser tratadas con mimo). Una forma de que el cliente vea que podemos satisfacer sus necesidades ‘pronto’ y ‘bien’.
Disponer de una plataforma adecuada
Debe permitir que la compra se realice de forma sencilla y en 3 clics: seleccionar producto, cuantificarlo y comprarlo. No son necesarios más pasos, más dado que el cliente ya se ha informado previamente en la propia tienda online sobre el producto y sus características.
Aumentar el uso de la redes sociales
Desde Google, Facebook hasta Instagram, todas nos facilitarán la información necesaria sobre nuestros clientes. También hemos de pensar en los recursos técnicos y humanos necesarios y que usaremos tanto para mejorar la venta online como para potenciar el trato con el cliente.
Facilitar la compra a todos los consumidores
Tanto aquellos que no están acostumbrados a la venta online como los que sí. Con esto conseguiremos, además, eliminar el miedo de los primeros al pago por Internet, ya sea con tarjeta o pasarela online. Un miedo que, además puede reducirse considerablemente si aplicamos los siguientes consejos:
- Saber cuál es la forma de pago más cómoda para el cliente y ofrecérsela
- Hacer que esta disponga de un proceso sencillo, compuesto del menor número de pasos posible.
- Aplicar las más férreas medidas de protección, garantizando al cliente que la transacción que va a realizar es segura. A esto podemos añadir, para aportar valor, los certificados obtenidos por empresas de renombre en el sector, entre otras cosas.
Los cambios tecnológicos, y en los hábitos de consumo, obligan a esta digitalización. Si queremos continuar, tener una salida, hemos de actualizarnos.