Retos y oportunidades de las pymes españolas en 2023

‘Tomando el pulso a las pymes’ es el estudio que BBVA ha realizado y que analiza las preocupaciones y los retos de las pymes, a nivel nacional, para el año 2023. 

Entre las preocupaciones de las pymes, en España, destacan: la inflación (47%), la rentabilidad de la empresa (38%), los costes energéticos (34%), el impago o la morosidad (26%) y la falta de demanda (26%). Estas, en su mayoría, son comunes a todas. Sin embargo, existen variantes, en función del tamaño de la empresa o del sector en el que desempeñe su actividad. Por ejemplo, la inflación no va a afectar de la misma forma a una empresa de 2-4 trabajadores que a una con 10-15 trabajadores. De igual manera, esta “subida de los precios” inquieta más, por lo extraído en el estudio, al sector servicios, mientras que al sector industrial le preocupa más el ahorro energético o los problemas en la cadena de suministros y al sector agrícola la falta de demanda o el acceso a financiación.

Según el estudio de BBVA, el ‘crecimiento en tamaño y facturación’ y el control de la subida de los costes son los principales retos que las pymes están dispuestas a afrontar en este año. Además, un 25% de ellas (1 de cada 4) contempla, para 2023, la apertura de nuevas líneas de negocio y/o la adaptación al cambio (en mercado y en clientes) y un 20% (1 de cada 5) quiere mejorar en innovación y en la gestión de su tesorería. Eso sí, como ya ocurría con las preocupaciones, estos retos que afrontan las empresas, y en concreto las pymes, van a depender, en gran medida, de su tamaño, facturación, etc.

¿Cómo abordan estos retos las empresas?

Según el estudio, afrontar estos retos implica una apuesta por mejorar las estrategias de marketing, establecer nuevas estrategias de negocio, entender mejor las necesidades de los clientes y/o detectar nuevas oportunidades de negocio que habían pasado desapercibidas. Además, es importante que se aprovechen las ayudas y las subvenciones disponibles.

Sector agrícola: Aceites Padilla

Aceites Padilla es una empresa familiar, situada en la provincia de Jaén, que se dedica a la producción, elaboración y comercialización de aceite de oliva virgen extra ecológico de cosecha temprana. Como nos explica, Antonio Padilla, Responsable de Marketing y Área Comercial, las transformaciones que se han producido en el sector agrícola, y que han afectado a muchas empresas como la suya, les han “llevado” a enfrentarse a todo tipo de retos en los últimos años.   

Por ejemplo, han luchado porque su producto no pierda su rentabilidad, por el aumento en los costes de producción. Para ello, como nos comenta, se han instalado “sensores en todo el olivar, que recogen los datos de la humedad, la materia orgánica del suelo, el viento, etc., para que sean analizados, con el objetivo de mejorar los resultados del campo y del olivar”. Además, se ha trabajado en la reducción del consumo de energía con la “colocación de paneles solares, la implantación de sistemas de riego por goteo y, por último, la reutilización de las aguas de la almazara”, lo que les hace, a su vez, más sostenibles.

De cara al futuro, entre los retos a afrontar por Aceites Padilla se encuentra, por un lado, mejorar la comercialización del producto, con el acceso a nuevos mercados de la mano del comercio electrónico y la venta online, y por otro, la diversificación de sus líneas de negocio, camino que ha comenzado a andar con el oleoturismo.

Sector de la construcción: Excavaciones y construcciones Benjumea

Excavaciones y construcciones Benjumea es una empresa familiar que nació en 1980 y que se dedica, desde sus inicios, a la obra pública y privada. Al igual que el resto de empresas del sector, se encuentra en un momento de transformación, lo que la lleva a asumir una serie de retos, como explica Dolores Benjumea, su CEO.

En primer lugar, y con el objetivo de reducir los costes y paliar, de este modo, el encarecimiento de los materiales, han invertido “en maquinaria que sea eficiente y sostenible” y, además, “han apostado por el reciclaje de los residuos de la construcción, para darles un nuevo uso”. Ambas medidas les han permitido, en el corto-medio plazo, reducir el gasto en energía. En segundo lugar, y para evitar la dependencia que tienen de la obra pública, trabajan “en la diversificación de la empresa, con la apertura de nuevas líneas de negocio” nos explica Dolores, a lo que añade: “en concreto, pensamos en apostar, en mayor medida, por la línea del reciclaje y por conseguir más cliente privado y hacer más edificación industrial”.

Sector industrial: Ralentizadores y Transformadores

Ralentizadores y Transformadores es una empresa que, desde 2003, se dedica a la fabricación de transmisores y otro tipo de equipamiento (junto a la transformación de vehículos). Un día a día que les reporta, como al resto de empresas del sector, una serie de retos y oportunidades que Raquel Carballo (CEO) nos detalla a continuación.

En primer lugar, y de cara a mantener la “rentabilidad” de la empresa, uno de los aspectos que, para Raquel Carballo, es fundamental es “la diversificación, en lo relativo al producto, al sector e, incluso, al mercado en el que se trabaja”. Nos pone un ejemplo: “en Ralentizadores y Transformadores se entró a trabajar en el sector ferroviario, algo que fue importante ya que nos sostuvo, económicamente, cuando hubo otra crisis”.

También se han esforzado en “obtener las homologaciones, que en un sector como el nuestro son imprescindibles, además de contar con unos proveedores fiables y serios, lo que requiere de un conocimiento mutuo de ambas partes, y formar una plantilla con personal cualificado, que aúne, por un lado, un perfil laboral más joven con capacidad de aprendizaje, flexibilidad y, sobre todo, conocimiento de las nuevas tecnologías y, por otro lado, un perfil más maduro que se encargue de conservar y transmitir la experiencia que han ido acumulando a lo largo de los años.

Sector industrial: Varitrans

Varitrans es una empresa que, como el resto de “actores” del sector del transporte, ha tenido unos años “muy duros”, nos comenta su CEO, Jesús Vallejo. Uno de los motivos principales, aunque no el único, es “la subida de los carburantes, que ha elevado los costes de la empresa, con el agravante de que no los podíamos repercutir en el cliente final”. 

Para paliar esta situación, en Varitrans han optimizados sus costes, para lo que han optado, entre otras soluciones, por la digitalización y, en concreto, por la “implantación de softwares que permiten la elección de la ruta más eficiente o de chips, en los vehículos, que indican la temperatura y presión de los neumáticos”, lo que va a evitar, en muchos casos, “averías inesperadas y, de producirse, permite la búsqueda de una solución a ellas”. También se trabaja en la eficiencia energética de la empresa, objetivo que es prioritario y para lo que, junto a la optimización de las rutas, se han “renovado los vehículos por otros con menos emisiones contaminantes y, además, se ha formado a los conductores en conducción eficiente”.

Por último, se “lucha” contra la demora en los pagos. Una preocupación que se arrastra en el sector desde hace muchos años y que afecta, en mayor o menor medida, a la tesorería y a los compromisos de pago con proveedores, nóminas, etc. Para “paliarlo”, en Varitrans se han contratado “seguros que nos protejan de impagos o retrasos en los cobros. Por suerte, la cartera de clientes que tenemos no tiene un retraso muy significativo y no tenemos que hacer uso de ellos, pero si es bueno tener ese respaldo, por si hay un inconveniente”.