La eficiencia energética en una empresa refleja su buen hacer en lo que a consumo de energía se refiere, hecho que repercute positivamente en el medio ambiente. Este paso adelante, dado por la mayoría de las compañías a nivel mundial, resulta imprescindible para llegar a cumplir, a futuro, el objetivo de construir un mundo más sostenible para todos.
Para conseguir esta eficiencia energética, las empresas han ido tomando una serie de medidas que les han ayudado a reconducir ese gasto energético excesivo en una mejor dirección. Entre ellas, destacan:
- Consumo de energías renovables, las cuales son más respetuosas con el medio ambiente.
- Uso de una movilidad más sostenible, cambiando los vehículos tradicionales por modelos híbridos o eléctricos.
- Renovación de las infraestructuras, mediante cambios que incluyen la iluminación LED, nuevos equipos de frío-calor, etc.
Pero no son las únicas. En este artículo vamos a conocerlas todas, además de profundizar en cada uno de sus beneficios. ¿Quieres saber más sobre el valor de la eficiencia energética para tu empresa? ¡Sigue leyendo!
Eficiencia energética en las empresas: el uso de energías renovables
Las compañías son cada vez más conscientes de la importancia que tiene tanto la reducción del consumo de energía como el uso de energías renovables. Saben que alcanzar esa eficiencia energética, además, no solo repercute en un mejor cuidado del medio ambiente, al emitirse un menor volumen de gases de efecto invernadero a la atmósfera. También ayuda a conseguir un ahorro significativo en el importe de las facturas de suministros como la luz, el agua o el gas, entre otras ventajas.
En concreto, el uso de energías renovables (como la energía solar, mediante la instalación de paneles solares fotovoltaicos) es muy importante a la hora de alcanzar esa eficiencia energética por parte de las empresas. España, por sus condiciones climatológicas, es un país propicio para la obtención de muchas de ellas. La energía solar (la cual procede del sol y se aprovecha en dos versiones: fotovoltaica y térmica) es una de las más prolíficas, al ser un país que dispone de más de 2.500 horas de sol al año, al igual que la eólica. Emplear este tipo de energía favorece un uso responsable y ético de las mismas.
Para su obtención, ya sea en las tipologías indicadas (solar y eólica) como en otras como la geotérmica, las empresas disponen de tecnología cada vez más avanzada. La más conocida, y utilizada, son las placas solares, las cuales aprovechan la luz procedente del sol para conseguir esa energía tan necesaria para el día a día del negocio. Su instalación en una empresa puede generar un gran ahorro en la factura con unos bajos costes de mantenimiento y, sobre todo, nos ayuda a proteger el planeta.
Otra de las acciones principales que las empresas pueden incorporar para mejorar su situación energética es analizar los sistemas de producción de frío/calor que son usados tanto para procesos como para el confort de las instalaciones de los empleados en las mismas.
En este sentido es importante trabajar con elementos como la antigüedad de los equipos, dado que claramente estas instalaciones, aunque producen ese frío y calor, lo realizan con un elevado consumo energético y con la situación actual de precios conviene analizar los mismos.
Los nuevos equipos disponibles en el mercado permiten reducir el consumo y además un mejor control sobre su funcionamiento, lo que aumenta el ahorro energético. Entre los sistemas que se pueden utilizar dependiendo del uso en la empresa se encuentran: sistemas de geotermia (aprovechamiento del terreno para intercambio de calor y frío), aerotermia (sistemas de producción de frío/calor por intercambio de aire con el exterior), bombas de calor que con sistemas inverter permiten ser muy eficientes en los objetivos energéticos de las empresas y luego los equipos de enfriadoras y calderas para los sistemas principales de las empresas de agua fría y caliente.
Eficiencia energética en las empresas a través de la movilidad sostenible
Otro de los aspectos que ayuda a conseguir esa eficiencia energética a las empresas es la movilidad sostenible. Hablar de ella es referirse al uso de un medio de transporte más respetuoso con el medio ambiente, sobre todo en los grandes núcleos urbanos que albergan un alto porcentaje de las compañías y de los puestos de trabajo que estas generan.
Tal y como muestran los datos obtenidos en el estudio del Observatorio sobre el Estado de la Movilidad Sostenible en España, aproximadamente un 44% de las grandes empresas españolas ya cuentan con un plan que fomenta la movilidad sostenible. Gracias a él, y a la apuesta por unos vehículos más respetuosos con el medio ambiente, consiguen generar menos emisiones de gases de efecto invernadero, además de reducir sustancialmente el ruido en las calles.
El uso de coches y motos eléctricas o híbridas enchufables también ayudan a sus empleados a adoptar unos hábitos laborales más saludables, disponiendo de autonomías que alcanzan hasta los 500-600 kilómetros en determinados modelos (y que cada día aumenta este valor por el incremento de las capacidades de las baterías). Para favorecer todo esto, se ha publicado recientemente un Real Decreto por el cual las empresas deben disponer de sistemas de recarga para estos vehículos en una relación de 1 cada 40 plazas de parking.
¿De qué forma controla la empresa la eficiencia energética de su operativa?
Como hemos ido viendo, la mejora de la eficiencia energética de una empresa es, hoy en día, fundamental. Para conseguirla, y junto a lo comentado en apartados anteriores, es de vital importancia revisar la infraestructura de las instalaciones en las que se trabaja. Si esta no es la adecuada, se deberán realizar los cambios pertinentes para que quede adaptada a unos estándares más sostenibles.
De entre todas las modificaciones a aplicar en aquellas empresas que hacer un uso energético intensivo, destacan:
- Monitorización del consumo energético.
- Gestión inteligente de sus instalaciones, tanto en materia de iluminación (con la instalación de sensores de movilidad) como de calefacción o seguridad.
- Renovación de los sistemas de climatización, lo que incluye, por ejemplo, cambiar los radiadores por bombas de frío-calor, instalar suelos radiantes o implementar sensores de oxígeno.
- Aislamiento adecuado del edificio, dado que los expertos estiman que el 65% del calor se pierde por no tener suelos, paredes, ventanas y tejados adecuadamente aislados.
Además, también pueden implementarse otros pequeños cambios como fomentar el uso de la luz natural y, cuando ya no sea posible, la instalación de iluminación LED de bajo consumo, además de añadir reductores en los grifos o, en el caso de tenerlos, contar con electrodomésticos de alta eficiencia energética.
BBVA te ayuda a conseguir la anhelada eficiencia energética
BBVA quiere ayudar a que la eficiencia energética sea una realidad para todas las empresas. Para ello pone a su alcance un servicio 360º, el cual se adapta tanto a sus necesidades como al marco regulatorio de la UE y España en materia de sostenibilidad, incluyendo:
- Identificación de tus potenciales ahorros, gracias a nuestra herramienta de cálculo de huella de carbono
- Acompañamiento en la planificación y ejecución de proyectos de eficiencia energética (con partners y técnicos especialistas).
- Financiación en el caso de que se desee apostar por las energías renovables (instalación de paneles solares, geotermia, etc.), por la movilidad sostenible o si decides hacer cambios estructurales (equipos de producción de frío/calor, sustitución de motores, sistemas de iluminación LED, etc.) que mejoren la eficiencia energética de tu empresa.
Son muchas las empresas que ya han dado el paso, mejorando su eficiencia energética gracias a BBVA. ¿Quieres ser la siguiente? Entra en bbva.es e infórmate.