Tengo una empresa, ¿cómo puedo ahorrar y la vez reducir mi huella de carbono?

La huella de carbono se mide en toneladas y se define como la cantidad de emisiones de gases efecto invernadero que, de manera directa o indirecta, una empresa genera a la atmósfera debido a su actividad. Fundamentalmente, estos peligrosos gases surgen de la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y otros tipos de gases) para obtener energía. En España, el Observatorio de la Sostenibilidad cifró en 314 millones de toneladas el volumen total de dióxido de carbono (CO2) emitido a la atmósfera durante el año 2019.

Para calcular la huella de carbono que genera tu empresa hay que multiplicar todo su consumo de energía (dato de actividad) por el correspondiente factor de emisión. Este último engloba diversos aspectos, como son el tipo de gas de efecto invernadero producido para originar esa energía, el material combustible empleado o el uso que se le acaba dando a los recursos obtenidos (electricidad, calefacción, transporte, etc).

A pequeña y gran escala, son numerosas las acciones que una empresa puede adoptar para reducir su huella de carbono. Cierto es que el sector de actividad donde opere condicionará la elección de unas medidas u otras para mitigarla, pero existen criterios de actuación universales que ayudan a preservar el medio ambiente y a la vez a descargar el presupuesto de gastos:

• Ahorro energético, es decir, consumir tan solo la electricidad y los recursos energéticos que precise. No se debe dejar, por tanto, iluminación ni equipos de trabajo encendidos fuera del horario laboral. 
• Concienciar sobre el uso de medios de transporte sostenibles, aliviando así el nivel de difusión de gases contaminantes procedentes de vehículos y motocicletas. 
• No subir la temperatura por encima de los 20 grados, así como no reducirla por debajo de los 22 grados si lo que usamos es el aire acondicionado.
• Promover hábitos de reciclaje de papel.
• Equiparse de tecnología dotada de eficiencia energética certificada. 
• Surtir a la empresa de electricidad procedente, en un mayor porcentaje, de fuentes alternativas o verdes como la energía solar, eólica y la biomasa.

Existen casi tantas medidas sostenibles a las que recurrir dentro de una empresa como beneficios hay para aquellas que comienzan a reducir su huella de carbono. El ahorro en costes debido a un menor consumo energético es el beneficio principal, pero no el único, ya que disminuir la huella de carbono supone invertir en su valor de marca. Todas las iniciativas en favor de un mundo más sostenible son reconocidas y apreciadas por la sociedad y el mercado, de modo que vinculan a la empresa con valores como la confianza y el compromiso con el medio ambiente. 

BBVA se ha convertido en el primer banco del mundo en utilizar analítica de datos para apoyar a las empresas en el cálculo y la posterior reducción de su huella de carbono. Se trata de una nueva solución que la entidad ha añadido al agregador financiero. Mediante el análisis de datos que se generan con los movimientos de gastos de electricidad, combustible o gas registrados en las cuentas y productos bancarios agregados de la empresa. Esto nos ayuda a obtener una estimación concreta sobre la cantidad de gases efecto invernadero que estas lanzan a la atmósfera fruto de su actividad diaria.

La digitalización de este tipo de soluciones resulta especialmente interesante para las empresas. Y es que, en este entorno actual tan altamente competitivo, las pequeñas y medianas se hallan en pleno proceso de reconversión hacia un modelo de desarrollo sostenible. Este simplifica la información que arroja, mostrándola con referencias fáciles de interpretar, como el número de árboles al que equivale una tonelada de dióxido de carbono. Este agregador financiero no solo pondera las emisiones, sino que muestra una evolución mensual de las emisiones y ofrece una batería de consejos prácticos que las empresas pueden implementar de cara a mejorar su cuenta de resultados al tiempo que logran mayor eficiencia energética. 

Este agregador inteligente de BBVA, al que ya recurren cerca de 120.000 empresas, transforma los costes en energía que realiza una empresa en toneladas de dióxido de carbono emitidas al medio ambiente.

BBVA acompaña a sus clientes empresariales en la transición hacia esta forma de operar más respetuosa con el planeta. Y lo hace con productos y herramientas que les ayudarán, por ejemplo, a mejorar la eficienta energética de sus negocios, a dar un paso adelante en su movilidad sostenible (permitiéndoles, entre otras cosas, ahorrar en combustible y reducir sus emisiones) y, con la calculadora de huella de carbono de BBVA), reducir las emisiones de dióxido de carbono. ¿Quieres saber más sobre estas y otras soluciones

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