La mejor herramienta para adaptarse a GDPR: Facilita
Los principales cambios en el GDPR
Con el principal objetivo de mejorar los índices de protección en materia de datos personales de los ciudadanos europeos y de constituir una relación más transparente entre ellos y las empresas que recogen sus datos, el GDPR ha introducido múltiples novedades. Algunas de las más importantes son:
- Consentimiento reforzado. El cliente tiene que otorgar un consentimiento claro ante la posibilidad del tratamiento de sus datos personales. Por tanto, el silencio, las casillas ya marcadas o la inacción no serán válidos para dicho otorgamiento. Cuando el tratamiento de datos tenga varios fines, debe darse el consentimiento para todos ellos.
- Consentimiento fácilmente revocable. El Reglamento elimina toda duda sobre la revocabilidad del consentimiento: ha de ser tan fácil revocar el consentimiento como darlo.
- Derecho a la portabilidad, consiste en el derecho a transferir los datos personales del cliente a otra empresa, por petición de este, en un formato estructurado, de uso común y lectura mecánica. La portabilidad comporta el derecho a que los datos se transmitan directamente de responsable a responsable.
- Utilización de un lenguaje claro y comprensible de las distintas cláusulas de privacidad.
- Notificación de brechas de seguridad. En caso de violación de la seguridad de los datos personales, deberá notificarse tal violación a la AEPD, salvo que sea improbable que dicha violación constituya un riesgo real. Cuando dicha violación suponga un alto riesgo para los derechos y libertades de las personas, se les habrá de notificar también, salvo que se tomen medidas que hagan desaparecer el riesgo o suponga un esfuerzo desproporcionado.
¿A qué empresas afecta el GDPR?
Todas las empresas que operan en Internet están obligadas a respetar este reglamento, uno de los más estrictos del mundo en todo lo referente a la gestión de los datos obtenidos de los clientes. No importa el tamaño de la compañía. El GDPR es de obligado cumplimiento para autónomos, pymes o grandes empresas implantadas en Internet.
Las consecuencias de violar esta nueva normativa son muy serias, ya que la cuantía de las posibles multas ha aumentado notablemente, pudiendo alcanzar en los casos más graves 20 millones de euros o el 4 % del volumen de negocio global en el anterior ejercicio.