Hoy te presentamos el duodécimo principio del Manifiesto Ágil, relacionado con la mejora continua. En concreto nos dice que:
A intervalos regulares el equipo reflexiona sobre cómo ser más efectivo para que a continuación, ajusten y evolucionen su comportamiento en consecuencia.
Como hemos avanzado, este principio ágil nos introduce el concepto de la mejora continua, el cual está muy presente en nuestras vidas, aunque no seamos conscientes de ello.
De hecho, seguro que si nos paramos a pensar un minuto, nos vienen a la cabeza esas acciones que repetimos una y otra vez y que no dejamos de pensar de qué manera podemos hacer más eficientes. También es posible que recordemos aquellas ocasiones en las que cometemos un error y reflexionamos sobre cómo podemos corregirlo y aprender de él. Y qué decir también sobre los momentos en los que algo nos sale bien y estamos deseando perpetuarlo.
Conclusión
La mejora continua forma parte de nuestro día a día. ¿Y qué la hace tan importante? Como especie, estamos en perpetua búsqueda de la evolución. La mejora continua no sólo nos ayuda a adaptarnos al entorno, también nos impulsa a buscar formas diferentes de hacer las cosas, que nos permitan seguir avanzando.
¿Cómo podemos impulsar la mejora continua?
Primero
Tenemos que estar convencidos de que la mejora continua siempre es posible. Partiendo de este convencimiento, nos podemos ayudar de herramientas que faciliten este impulso.
En Agile, una de las herramientas más eficaces en la búsqueda de esta mejora continua es el llamado Ciclo de Deming o Shewhart. Demming y Shewhart eran dos estadísticos que en los años 30 acuñaron el concepto de calidad total en los procesos de producción industrial. Para ello, y como base de este Ciclo de Deming, plantearon una técnica basada en cuatro pasos cíclicos, que son:
- Planificar la acción a realizar.
- Hacer lo planificado.
- Chequear y verificar el resultado, revisando la diferencia entre lo que se ha conseguido con lo inicialmente se había planificado.
- Actuar, es decir, emprender las acciones necesarias, en base al conocimiento obtenido en la fase anterior, para seguir avanzando.
Al terminar este último paso, regresaremos al principio del ciclo y comenzaremos de nuevo.
Segundo
Tenemos que contar con las retrospectivas. Estas corresponden a una sesión periódica en la que, con visión de equipo (y de manera colaborativa), nos paramos y reflexionamos para definir acciones de mejora en base a nuestra experiencia.
Hay que enfatizar que estas sesiones son por y para el equipo, y las acciones de mejora que se acuerden pueden estar orientadas a mejorar la forma de relacionarnos, nuestro método de trabajo, el resultado obtenido o cualquier otro aspecto que nos pueda afectar, como equipo.
Existen muchísimas más herramientas para obtener esa mejora continua como, por ejemplo, los 5 por qués, (5WHY’s) o el diagrama causa-efecto.
Hasta aquí este artículo, en el que hemos querido compartir la importancia de la mejora continua en la metodología Agile. Y como siempre decimos los Agile Coaches de la Disciplina Agile España: "todas y todos somos parte del cambio".
Virginia García Barrio, Agile Coach de la disciplina Agile España, en BBVA.
Aprendizaje Agile
- La mejora continua, como es bien sabido, forma parte de nuestro día a día.
- Para impulsarla, hemos de:
- Creer que esta es posible.
- Usar herramientas que nos ayuden a ello, como el 'Ciclo de Deming' o 'Shewhart'.
- Llevar a cabo Retrospectivas.
- También podemos utilizar otras herramientas como los 5 por qués, (5WHY’s) o el diagrama causa-efecto.