Hoy te presentamos el tercero de los principios ágiles, el cual está estrechamente relacionado con la entrega del ‘software’ en ciclos de vida cortos. En concreto, nos dice lo siguiente:
Entregamos el software funcional frecuentemente, entre dos semanas y dos meses, con preferencia al periodo de tiempo más corto posible.
Para entender lo que este principio quiere decir, vamos a analizarlo poco a poco
Así es el tercer principio (relativo a los ciclos de vida ágiles)
1. Partimos de la frase “entregamos software funcional frecuentemente”. Como bien hemos explicado en otros artículos, pese a que el Manifiesto Ágil surgió con el objetivo de encontrar nuevas formas de pensar y trabajar relacionadas con el desarrollo de software (o software development), la metodología Agile también es aplicable a otros campos.
Por lo tanto, en lugar de software, vamos a utilizar un concepto más genérico como producto o servicio. En definitiva, este tercer principio del Manifiesto Ágil nos anima a entregar al cliente un producto o servicio de manera frecuente y funcionando, o lo que es lo mismo, en unos ciclos de vida cortos. Estas entregas frecuentes equivalen a nuevas funcionalidades o características del producto o servicio final, aportando valor por sí mismas.
2. El tercer principio del Manifiesto Ágil nos indica cual debe ser la frecuencia de entrega. Nos marca un intervalo de “entre dos semanas y dos meses, con preferencia al periodo de tiempo más corto posible.” Así pues, dependiendo del método o marco de trabajo Agile que utilicemos, podrá variar la frecuencia, la cual siempre deberá estar dentro de este margen.
3. El Manifiesto Ágil también nos recomienda que elijamos el periodo de tiempo más corto posible, es decir, el ciclo de vida menor en el que seamos capaces de crear un incremento significativo en el valor del producto o servicio, y que, además, podamos entregárselo al cliente en funcionamiento.
4. Asimismo, es importante que la duración del ciclo de vida sea estable a lo largo del tiempo, hasta que las circunstancias cambien y sea necesario revisar su duración.
¿Qué beneficios nos aporta cumplir este tercer principio y aplicar los ciclos de vida como indica?
- Nos permite adaptarnos rápidamente a las necesidades del cliente, ya que contaremos con su feedback tras la entrega realizada al final de cada iteración. Cuanto más cortos sean los ciclos de vida más rápido nos podremos adaptar y realizar los ajustes pertinentes en nuestro producto o servicio, y podremos incluso, llegar a cambiar el rumbo si así se requiere.
- Nos ayuda a minimizar el coste de los errores. ¿Cómo? Al final de cada ciclo de vida validamos con el cliente si la entrega se ajusta a sus necesidades, y en el caso de que no se ajuste y haya que corregir algo, el coste del error será proporcional a la duración de la iteración.
- Nos aporta una mejora en la predictibilidad, ya que al desarrollar el producto en ciclos de vida con la misma duración, podremos anticipar la cantidad de trabajo que seremos capaces de acometer por iteración, e incluso predecir los costes. Cuantas más iteraciones llevemos mayor será la predictibilidad.
- Reduce el riesgo derivado de la incertidumbre; la incertidumbre que existe al desarrollar un producto o servicio. Para poder realizar entregas frecuentemente, en ciclos de vida cortos como indica el tercer principio, tenemos que dividir y organizar el trabajo en pequeños bloques. De esta manera manejaremos mejor la variabilidad y reduciremos la incertidumbre conforme avancemos y aprendamos sobre el producto o servicio que estamos desarrollando.
¿Cómo se establece la duración de los ciclos de vida en un equipo?
Como ya sabéis, el Manifiesto Ágil nos dice que la duración de un ciclo de vida debe estar entre dos semanas y dos meses, pero ¿cuál es el período óptimo?
Normalmente es el equipo el que debe decidir cuál es la duración que mejor se ajusta a la naturaleza de su trabajo. Aunque a veces es la organización la que lo decide con el propósito de que todos los equipos trabajen con la misma cadencia. Asimismo, también influye en la duración de un ciclo de vida el método o marco de trabajo Agile que se aplique. Existen marcos de trabajo, como Scrum por ejemplo, que aconseja que la duración sea menor de un mes.
Hasta aquí este artículo, en el que hemos querido compartir cómo son los ciclos de vida en Agile. Y como siempre decimos los Agile Coaches de la Disciplina Agile España: "todas y todos somos parte del cambio".
Lorena Caaveiro, Agile Coach de la Disciplina Agile España en BBVA.
Aprendizaje Agile
- El software funcionando debe entregarse frecuentemente y en ciclos de vida cortos, los cuales pueden durar entre 2 semanas y 2 meses
- Siempre hemos de optar por la menor durabilidad posible.
- Son muchos los beneficios que esto puede suponernos, destacando una mayor adaptación a las necesidades del cliente y una menor consecución de errores.
- El tiempo estimado para cada ciclo de vida debe indicarlo el equipo de trabajo, aunque hay empresas que lo equiparan, para que todos operen con la misma cadencia.