Tipos de aportaciones y ventajas fiscales
Un plan de pensiones es un producto de ahorro a largo plazo que permite disponer de recursos económicas adicionales tras la jubilación. El capital aportado por los ahorradores es invertido por una entidad gestora en función de la política de inversión acordada con el titular. Tras su jubilación, éste puede proceder al rescate de las participaciones acumuladas y revalorizadas en función del comportamiento de los mercados. Es decir, el rescate se realizaría por el valor de las participaciones a dicha fecha, y podrá realizarse en forma de capital en un solo cobro, o mediante rentas periódicas que se extiendan durante varios años. También, si las especificaciones del plan lo contemplan, se podrá cobrar en forma de rentas vitalicias o en forma de disposiciones.
Los planes de pensiones permiten realizar aportaciones periódicas o puntuales. En el primer caso, el titular acuerda con la entidad gestora del plan una serie de aportaciones regulares, mientras que, en el segundo caso, las aportaciones al plan se dejan a la voluntad del partícipe sin una periodicidad determinada.. Por esta razón, muchos de los titulares de planes de pensión realizan sus aportaciones puntuales a final de año, cuando pueden calcular con más exactitud el total ahorrado durante el periodo anterior, sus ingresos, y la cantidad que deberán tributar en su declaración anual del IRPF. En efecto, una de las mayores ventajas de los planes de pensiones es que las aportaciones destinadas a estos productos se deducen de la base imponible del IRPF, con la consiguiente rebaja fiscal. Esta rebaja fiscal se produce siempre que las aportaciones anuales se encuentren dentro de los límites establecidos por la ley, que se fijan, en territorio común, en la menor de las siguientes cantidades: 1.500 euros anuales o del 30 % de la suma de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas percibidos individualmente en el ejercicio.
Flexibilidad de las aportaciones puntuales
Una de las ventajas más importantes de las aportaciones puntuales es que permiten acomodar las aportaciones a los eventos o imprevistos que puedan surgir a lo largo del año y tomar la decisión de invertir solo al final del año fiscal.
Muchas personas sufren altibajos en sus ingresos, como aquellas cuyo sueldo tiene una parte de retribución variable elevada, o quienes desarrollan actividades económicas cuyo rendimiento fluctúa entre unos años y otros. En estos casos, un programa de aportaciones periódicas puede resultar inadecuado para las circunstancias económicas del titular. Sin embargo, puesto que la principal ventaja fiscal de los planes de pensiones es la reducción de las aportaciones de la base imponible del IRPF, los ahorradores con un patrón de ingresos irregular pueden aprovechar los años en que tienen mayores ingresos para hacer aportaciones puntuales más elevadas, y así reducir la cantidad a tributar.
Otra de las ventajas de las aportaciones puntuales es que, puesto que es el inversor el que decide cuál es el momento de invertir, puede aprovechar mejor las fluctuaciones de los mercados y aportar dinero a su fondo cuando la situación económica le sea más favorable. En este sentido, es conveniente atender a la estrategia de inversión del plan de pensiones contratado, puesto que los planes de perfil más arriesgado y con un alto porcentaje de inversión en renta variable son los que se ven más afectados por los cambios bursátiles. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, sean del tipo que sean, los planes de pensiones son en general instrumentos de ahorro a largo plazo y, por lo tanto, menos sensibles a los movimientos puntuales de los mercados que otros productos de inversión. También está demostrado que, a la larga, las estrategias de inversión periódica son las más rentables, aunque siempre es posible aplicar una estrategia que combine aportaciones regulares con aportaciones puntuales en el caso de que se den condiciones favorables.
Es decir, la estrategia de inversión puntual, más flexible, es más adecuada para aquellos con amplios conocimientos de mercados, que puedan entender cual es el momento más adecuado para realizar la aportación. No obstante, incluso para los profesionales es complicado acertar siempre en lo que a momento de mercado se refiere. Por eso, y dada la vocación a largo plazo del plan, la estrategia más segura para la mayoría de partícipes es la inversión periódica, pues de este modo se diluye el riesgo de entrar en un pico de mercado, al conseguirse un precio medio (por ejemplo, 12 compras, una por mes, frente a una compra puntual).
Ahora que ya sabes los que significan las aportaciones puntuales al plan de pensiones y las ventajas de este tipo de estrategia de inversión, puedes decidir qué plan de pensiones es el más adecuado para ti. Si crees que este tipo de productos son un buen vehículo para invertir tus ahorros, acércate a una de nuestras oficinas o entra en bbva.es para descubrir nuestra oferta de planes de pensiones y elegir el más rentable para ti en función de tus circunstancias personales.