¿Qué tipos de empresas hay?

Conoce la clasificación de las empresas en base a factores como, por ejemplo, el tamaño, la forma jurídica o la actividad económica (entre otros).
Es fundamental, a la hora de iniciar una actividad empresarial, que se conozcan los tipos de empresa que existen (y que se basan, entre otros, en estos criterios: tamaño, forma jurídica, capital, actividad económica o ámbito geográfico. En este artículo, y con detalle, vamos a analizarlos, para que, si tienes dudas, queden resueltas. ¡Sigue leyendo!

Tipos de empresa: por su tamaño

En primer lugar, se van a analizar los tipos de empresa que existen si se tiene en cuenta su tamaño (de menor a mayor), comenzando por las microempresas, que no superan los 10 trabajadores y tienen una facturación anual o un activo total que no alcanza los 2 millones de euros, a las que siguen las pequeñas empresas, con una plantilla más amplia, hasta 49 trabajadores, y una facturación (cada año) o un activo total que no excede, en ningún caso, los 10 millones de euros. 

Otro tipo de empresa, en base a su tamaño, son las medianas empresas, que elevan el número de trabajadores a 249, sin superarlos, y la facturación (cada 12 meses) a 50 millones de euros o el activo total a 43 millones de euros (como máximo en ambos casos). Unas cantidades, estas últimas, que se mantienen en las grandes empresas, que se diferencia de las anteriores en los trabajadores que emplean (250 o más).

Tipos de empresa: según su forma jurídica

En segundo lugar, se analizan los tipos de empresa que existen si se valora su forma jurídica (o la identidad legal que “selecciona” la empresa a la hora de desarrollar su actividad). 

  • Autónomo: es una persona física que, por cuenta propia, lleva a cabo una actividad profesional, de la que obtiene unos beneficios (económicos). Es el dueño de la empresa, lo que implica que se responsabiliza de la toma de decisiones, en lo administrativo y de gestión, y se encarga de la contratación de empleados (si fuese necesario).
  • Comunidad de bienes: varias personas, con un bien o derecho en común (e indivisible), se asocian y lo “explotan” de forma conjunta. Puede ocurrir, por ejemplo, entre dos empresas del sector agrario que compran, y comparten, la maquinaria que necesitan, lo que les ayuda a ambos a obtener un ‘rédito’ (aunque son empresas independientes).
  • Sociedad anónima (o S.A.): es una sociedad en la que el capital se divide en acciones, que dependen de la aportación que se realice, y en la que los socios no responden con su patrimonio (personal) a las deudas de la empresa (solo lo hacen por lo que contribuyen). En el caso de que una sola persona sea la que compre todas las acciones de una empresa, pasará a denominarse ‘Sociedad Anónima Unipersonal’.
  • Sociedad limitada (o S.L.): es una sociedad que se “sustenta” en las participaciones de las personas que la conforman, respondiendo, estos, solo por el capital que aportan al negocio. Al igual que la Sociedad Anónima, puede existir un propietario (siendo una S.L.U o Sociedad Limitada Unipersonal) o varios.

Tipos de empresa: según su capital

En tercer lugar, se parte de la procedencia del capital al analizar el tipo de empresa, existiendo, en este caso, las siguientes opciones:

  • Públicas: son las empresas que, total y mayoritariamente (más del 50% del capital), están participadas por el Estado. Se crean, habitualmente, para ofrecer un bien o servicios a la población.
  • Privadas: este tipo de empresa se caracteriza por obtener el capital de particulares (al 100%).
  • Mixtas: como se intuye, por su nombre, son una mezcla de las 2 anteriores, es decir, se conforman de capital público y privado (siendo el primero el más cuantioso).

Hay que tener en cuenta, en este caso, que se puede cambiar de un tipo de empresa a otro, es decir, es posible que una empresa pública pase a ser privada (privatización) y viceversa (nacionalización).

Tipos de empresa: según su actividad económica

En cuarto lugar, se analizan las empresas según la actividad económica que desempeñan, caso en el que se parte de las englobadas en el sector primario, que se vincula a empresas que obtienen sus productos de la naturaleza (por ejemplo, las agrícolas, las ganaderas o las pesqueras), y a las que siguen las del sector secundario, transformadoras de las materias primas en productos manufacturados (por ejemplo, las industrias, las energéticas o las de construcción) y las el terciario, prestadoras de servicios (por ejemplo, las de transporte, comunicación, turismo, etc.).

Tipos de empresa: según su ámbito geográfico

Por último, se analizan los tipos de empresa que existen si se valora su ámbito geográfico (o el emplazamiento en el que operan): 

  • Empresas locales: son aquellas cuyas actividades se centran en un entorno cercano, como la localidad donde se encuentran ubicadas, la comarca, una provincia o una región. Por tanto, el término "local" suele utilizarse para hacer referencia a empresas comarcales, provinciales o regionales. La mayor parte de las empresas de nuestro país son de este tipo, de ahí la importancia que tienen en el tejido económico.
  • Empresas nacionales: son un tipo de empresa cuyo campo de actuación viene representado por la totalidad del territorio nacional, aunque tengan su sede en una localidad concreta. Con el paso del tiempo suelen convertirse en empresas comunitarias.
  • Empresas comunitarias: gracias a la ausencia de barreras comerciales, a la cercanía física y la afinidad cultural, las empresas nacionales suelen ampliar sus actividades hacia el exterior, eligiendo en la mayoría de los casos países de la Unión Europea, de ahí el término "comunitarias".
  • Empresas multinacionales: son aquellas que extienden su campo de operaciones a numerosos países por todo el mundo. Para que una empresa sea considerada de este tipo no basta con exportar, sino que es necesario que la presencia en el exterior sea sólida, con centros de producción y distribución en el país de destino.

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